(Construyendo juntos el conocimiento de la Historia)
1. Los árabes antes de Mahoma
Eran una población dispersa porque eran nómades del desierto.
Tenían muchos dioses e ídolos.
Antes de Mahoma, la Meca integraba a toda la población en torno al dios Alá, por lo que habían muchos árabes que ya eran monoteístas.
La mayoría adoraban a toda clase de:
- imágenes de dioses y diosas
- bloques de piedra negra, blanca, roja.
- Configuraciones rocosas de forma más o menos humana
- Astros considerados como de esencia divina (el lucero de la mañana)
- Sacrificios de animales y niños
Los árabes creían en los demonios a quienes llamaban “djins”, suponiendo que habitaban en los desiertos, ruinas y lugares solitarios, así como que se albergaban con frecuencia en los cuerpos de ciertos animales, sobre todo en las serpientes.
No existía un estado árabe; los árabes formaban a lo sumo un pueblo sin autoridad estatal ni funcionarios, sino únicamente jefes de familia y de tribu.
Había libertad de límites para los beduinos.
2. Mahoma
Datos Biográficos
Nació hacia el 587 d.C en la Meca, antiguo lugar de peregrinación de los árabes.
Quedó huérfano, su padre falleció antes de que él naciera y su madre seis años después. Sus parientes se encargaron de educarlo.
A los 25 años entró al servicio de la viuda de un rico comerciante llamada Kadidja o Kadicha, quien le tomó afecto por su inteligencia y abnegación y le ofreció su mano.
Kadidja
Kadidja era 15 años mayor que él, pero el matrimonio fue feliz y duró 24 años.
Kadidja era rica y muy estimada por su carácter y espíritu.
Fue fiel a Mahoma en las dificultades de su misión profética.
Fue la primera en comprender y creer las ideas del profeta.
Mientras vivió Kadidja, Mahoma no tuvo otra esposa; pero al enviudar volvió a casarse y llegó a tener hasta 9 esposas.
Kadidja le dio 2 hijos y 4 hijas. Los varones murieron de niños, las hijas crecieron y se casaron.
Fátima tuvo descendencia y fue origen de la dinastía fatimita que en el siglo X reinó sobre un Imperio Musulmán que se extendía por las zonas de: África del Norte, Egipto y Siria.
3. Su Misión
A los 40 años, Mahoma inició la mejor época de su vida.
Creó tener alucinaciones, visiones y oír voces que le hablaban.
Cayó en estados de excitación nerviosa y agitación de su subconsciente.
Recordó lo oído en otras épocas sobre las religiones hebrea y cristiana, a pesar de nunca haber leído libros sobre ello.
Había inexactitud en sus escritos acercad e las citas de la Biblia.
En sus viajes con las caravanas a través del desierto se forjó la convicción de la existencia de un único Dios al que el hombre debía rendir cuentas un día, siendo recompensado o castigado en la vida eterna según sus actos terrenos.
Se retiró a la soledad del desierto, cerca de La Meca y vivió en una gruta.
En su alma había terror y espanto.
Una noche se le apareció el ángel Gabriel y le dijo: “Oh! Mahoma, tú eres el profeta de Alá: Anúncialo! - ¿Qué debo anunciar? – “Predica la existencia de el Todopoderoso que ha creado el mundo”.
Desde ese día sintió el deber de anunciar a su pueblo la grandeza de Ala y poner fin al culto de ídolos.
Al principio su mensaje no tenia por objeto fundar una nueva religión, sino tan sólo reformar las concepciones religiosas de los árabes.
Gradualmente fue abriéndose paso su doctrina, que se resume así: “Sólo hay un dios: Alá y Mahoma es su profeta”.
4. La Hégira
Las autoridades de La Meca veían mal su popularidad y temieron el debilitamiento del culto a los dioses.
Los habitantes de La Meca tenían como principal fuente de recursos la visita de los peregrinos, durante las fiestas, gracias al comercio que generaban.
Mahoma fue acusado de peligroso.
La gente lo señalaba “Mirad el hijo de Abadía que nos trae noticias del cielo”.
Lo acusaron de posesión diabólica.
Sus seguidores de la ciudad de Medina fueron fieles a él. Aceptaron el mensaje y prepararon el terreno para su llegada.
Mahoma envió en secreto a sus discípulos a Medina y formó allí su núcleo.
Abandonó La Meca en compañía de su suegro Abu Becar, comerciante inteligente y práctico.
La Hégira ocurrió en el 622; y es el punto de partida de la era musulmana o mahometana.
En Medina predicó con cálida elocuencia a multitudes cada vez más numerosas.
Sus revelaciones se consignaron por escrito y son material del Corán.
5. Enseñanza de Mahoma
Al comienzo sólo quiso asegurar la subsistencia de sus fieles, por ello permitió la rapiña.
Luchó contra sus peores adversarios, que eran los judíos de Medina.
Asumió el Monoteísmo de judíos y cristianos.
Al comienzo consideró que él era un profeta más en la línea e Abraham y Moisés, pero fue rechazado por los judíos y por eso fundó su propia religión.
Reprochó el atribuir naturaleza divina a Cristo.
Su poder aumentó y entró triunfalmente a La Meca montado en un camello.
Fue a la Kaaba y destruyó todos los ídolos. Consagró éste al culto a Alláh.
Como maestro indiscutido fue generoso con los antiguos enemigos,
Las comunidades judía y cristiana le pagaban impuestos, gozaban de libertad de cultos y de protección en caso de ataques.
Simpatizaba más con cristianos que con judíos.
Fue enemigo de los idólatras.
El pueblo árabe después de Mahoma
6. El Islam
Es la doctrina de Mahoma
Significa “moslem” es decir musulmán o sumiso.
Estableció obligaciones para conseguir la beatitud:
- orar
- ayunar
- dedicarse a hacer buenas obras
Estableció normas morales
- respeto a la vida
- devoción a los padres
- práctica de la caridad
- prohibición de la usura
Estableció obligaciones rituales y piadosas
- oración ritual cinco veces al día
- ayuno en el mes de Ramadán.
- Limosna legal y voluntaria
- Peregrinación a La Meca una vez en la vida
- Guerra santa contra los infieles.
Las oraciones conducen a la mitad del camino al cielo y el ayuno conduce a la entrada, pero las limosnas nos abren las puertas del cielo.
El origen de la limosna está en la hospitalidad árabe, famosa desde tiempos paganos.
Cuando un extranjero penetraba en la tienda de un habitante del desierto, podía contar con la protección de toda la familia.
Se guardaba el adagio: “compartir el pan y la sal”. Significaba haber convenido con el extranjero un acuerdo de hospitalidad.
En la poesía y en la leyenda de los árabes, este sentido de hospitalidad es cantado como una de las más nobles virtudes.
Se afirma que los beduinos encendían y alimentaban el fuego por la noche, en una altura cercana a su campamento, para que el viajero extraviado pudiera encontrar las tiendas donde cobijarse y hallar buena acogida.
Esta caridad no se basa en el amor al prójimo, sino en el amor a Allah.
Una limosna es una especie de ofrenda a su dios, no importa a quién beneficie.
Es un egoísmo devoto. El donante cede parte de sus bienes terrenales para asegurarse un sitio en el más allá. “Quien da a los pobres, le da a Dios”.
El Islam representó un gran progreso para ese pueblo de nómadas y ladrones del desierto.
Hubo grandes cambos para bien. Se unieron en comunidad de fieles.
7. El Koran
Los capítulos más antiguos del Korán atestiguan la constante preocupación que le acuciaba:
- El juicio final
- El castigo eterno
Los versículos o “suras” son recitados cinco veces al día en las mezquitas.
Permitía la “guerra santa” o “jihad” contra los infieles.
1. Los árabes antes de Mahoma
Eran una población dispersa porque eran nómades del desierto.
Tenían muchos dioses e ídolos.
Antes de Mahoma, la Meca integraba a toda la población en torno al dios Alá, por lo que habían muchos árabes que ya eran monoteístas.
La mayoría adoraban a toda clase de:
- imágenes de dioses y diosas
- bloques de piedra negra, blanca, roja.
- Configuraciones rocosas de forma más o menos humana
- Astros considerados como de esencia divina (el lucero de la mañana)
- Sacrificios de animales y niños
Los árabes creían en los demonios a quienes llamaban “djins”, suponiendo que habitaban en los desiertos, ruinas y lugares solitarios, así como que se albergaban con frecuencia en los cuerpos de ciertos animales, sobre todo en las serpientes.
No existía un estado árabe; los árabes formaban a lo sumo un pueblo sin autoridad estatal ni funcionarios, sino únicamente jefes de familia y de tribu.
Había libertad de límites para los beduinos.
2. Mahoma
Datos Biográficos
Nació hacia el 587 d.C en la Meca, antiguo lugar de peregrinación de los árabes.
Quedó huérfano, su padre falleció antes de que él naciera y su madre seis años después. Sus parientes se encargaron de educarlo.
A los 25 años entró al servicio de la viuda de un rico comerciante llamada Kadidja o Kadicha, quien le tomó afecto por su inteligencia y abnegación y le ofreció su mano.
Kadidja
Kadidja era 15 años mayor que él, pero el matrimonio fue feliz y duró 24 años.
Kadidja era rica y muy estimada por su carácter y espíritu.
Fue fiel a Mahoma en las dificultades de su misión profética.
Fue la primera en comprender y creer las ideas del profeta.
Mientras vivió Kadidja, Mahoma no tuvo otra esposa; pero al enviudar volvió a casarse y llegó a tener hasta 9 esposas.
Kadidja le dio 2 hijos y 4 hijas. Los varones murieron de niños, las hijas crecieron y se casaron.
Fátima tuvo descendencia y fue origen de la dinastía fatimita que en el siglo X reinó sobre un Imperio Musulmán que se extendía por las zonas de: África del Norte, Egipto y Siria.
3. Su Misión
A los 40 años, Mahoma inició la mejor época de su vida.
Creó tener alucinaciones, visiones y oír voces que le hablaban.
Cayó en estados de excitación nerviosa y agitación de su subconsciente.
Recordó lo oído en otras épocas sobre las religiones hebrea y cristiana, a pesar de nunca haber leído libros sobre ello.
Había inexactitud en sus escritos acercad e las citas de la Biblia.
En sus viajes con las caravanas a través del desierto se forjó la convicción de la existencia de un único Dios al que el hombre debía rendir cuentas un día, siendo recompensado o castigado en la vida eterna según sus actos terrenos.
Se retiró a la soledad del desierto, cerca de La Meca y vivió en una gruta.
En su alma había terror y espanto.
Una noche se le apareció el ángel Gabriel y le dijo: “Oh! Mahoma, tú eres el profeta de Alá: Anúncialo! - ¿Qué debo anunciar? – “Predica la existencia de el Todopoderoso que ha creado el mundo”.
Desde ese día sintió el deber de anunciar a su pueblo la grandeza de Ala y poner fin al culto de ídolos.
Al principio su mensaje no tenia por objeto fundar una nueva religión, sino tan sólo reformar las concepciones religiosas de los árabes.
Gradualmente fue abriéndose paso su doctrina, que se resume así: “Sólo hay un dios: Alá y Mahoma es su profeta”.
4. La Hégira
Las autoridades de La Meca veían mal su popularidad y temieron el debilitamiento del culto a los dioses.
Los habitantes de La Meca tenían como principal fuente de recursos la visita de los peregrinos, durante las fiestas, gracias al comercio que generaban.
Mahoma fue acusado de peligroso.
La gente lo señalaba “Mirad el hijo de Abadía que nos trae noticias del cielo”.
Lo acusaron de posesión diabólica.
Sus seguidores de la ciudad de Medina fueron fieles a él. Aceptaron el mensaje y prepararon el terreno para su llegada.
Mahoma envió en secreto a sus discípulos a Medina y formó allí su núcleo.
Abandonó La Meca en compañía de su suegro Abu Becar, comerciante inteligente y práctico.
La Hégira ocurrió en el 622; y es el punto de partida de la era musulmana o mahometana.
En Medina predicó con cálida elocuencia a multitudes cada vez más numerosas.
Sus revelaciones se consignaron por escrito y son material del Corán.
5. Enseñanza de Mahoma
Al comienzo sólo quiso asegurar la subsistencia de sus fieles, por ello permitió la rapiña.
Luchó contra sus peores adversarios, que eran los judíos de Medina.
Asumió el Monoteísmo de judíos y cristianos.
Al comienzo consideró que él era un profeta más en la línea e Abraham y Moisés, pero fue rechazado por los judíos y por eso fundó su propia religión.
Reprochó el atribuir naturaleza divina a Cristo.
Su poder aumentó y entró triunfalmente a La Meca montado en un camello.
Fue a la Kaaba y destruyó todos los ídolos. Consagró éste al culto a Alláh.
Como maestro indiscutido fue generoso con los antiguos enemigos,
Las comunidades judía y cristiana le pagaban impuestos, gozaban de libertad de cultos y de protección en caso de ataques.
Simpatizaba más con cristianos que con judíos.
Fue enemigo de los idólatras.
El pueblo árabe después de Mahoma
6. El Islam
Es la doctrina de Mahoma
Significa “moslem” es decir musulmán o sumiso.
Estableció obligaciones para conseguir la beatitud:
- orar
- ayunar
- dedicarse a hacer buenas obras
Estableció normas morales
- respeto a la vida
- devoción a los padres
- práctica de la caridad
- prohibición de la usura
Estableció obligaciones rituales y piadosas
- oración ritual cinco veces al día
- ayuno en el mes de Ramadán.
- Limosna legal y voluntaria
- Peregrinación a La Meca una vez en la vida
- Guerra santa contra los infieles.
Las oraciones conducen a la mitad del camino al cielo y el ayuno conduce a la entrada, pero las limosnas nos abren las puertas del cielo.
El origen de la limosna está en la hospitalidad árabe, famosa desde tiempos paganos.
Cuando un extranjero penetraba en la tienda de un habitante del desierto, podía contar con la protección de toda la familia.
Se guardaba el adagio: “compartir el pan y la sal”. Significaba haber convenido con el extranjero un acuerdo de hospitalidad.
En la poesía y en la leyenda de los árabes, este sentido de hospitalidad es cantado como una de las más nobles virtudes.
Se afirma que los beduinos encendían y alimentaban el fuego por la noche, en una altura cercana a su campamento, para que el viajero extraviado pudiera encontrar las tiendas donde cobijarse y hallar buena acogida.
Esta caridad no se basa en el amor al prójimo, sino en el amor a Allah.
Una limosna es una especie de ofrenda a su dios, no importa a quién beneficie.
Es un egoísmo devoto. El donante cede parte de sus bienes terrenales para asegurarse un sitio en el más allá. “Quien da a los pobres, le da a Dios”.
El Islam representó un gran progreso para ese pueblo de nómadas y ladrones del desierto.
Hubo grandes cambos para bien. Se unieron en comunidad de fieles.
7. El Koran
Los capítulos más antiguos del Korán atestiguan la constante preocupación que le acuciaba:
- El juicio final
- El castigo eterno
Los versículos o “suras” son recitados cinco veces al día en las mezquitas.
Permitía la “guerra santa” o “jihad” contra los infieles.
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