(Construyendo juntos el conocimiento de la Historia)
Parte del trabajo monográfico de Daniel Cunya
Tercero de Secundaria
CAPITULO II
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
Las guerras de mediados de siglo durante el reinado de Luis XV (1715-1774) habían resultado demoledoras para la hacienda pública. Todas aquellas aventuras militares, aparte de saldarse con estrepitosas derrotas en los campos de batalla, requirieron gigantes sumas de dinero que esquilmaron las arcas del estado.
También la falta de liquidez empujo a la monarquía a embarcarse en créditos e intereses altísimos, también se decía que los ingresos fiscales únicamente provenían de los sectores populares. En 1774 los impuestos directos e indirectos absorbían el 70% de los ingresos del campesinado y de la pequeña burguesía, mientras que los estamentos privilegiados, la nobleza y el clero, disfrutaban de una amnistía fiscal absoluta.
1. Al borde del abismo
El Desigual sistema impositivo solo era uno de los baldones que lastraban la economía francesa. La propiedad de la tierra estaba en manos de una elite de propietarios renuentes a cualquier liberalización del suelo cultivables que favorecía el reparto a los campesinos. Mientras que los estamentos del primer estado se valían de sus viejos privilegios clasistas y feudales para inhibirse de la actividad productiva.
2. Poco margen de maniobra
La desastrosa herencia que recibió de su predecesor hipoteco el reinado de Luis XVI. Los intentos del monarca por sanear la hacienda e implantar un sistema fiscal más equitativo toparon con la intransigencia de la nobleza y el clero, que no estaban dispuestos a renunciar a sus impuestos seculares.
3. La propiedad de la tierra
“En el siglo XVII el campesinado francés estaba sujeto a una clase de grandes terratenientes y arre dentarios con una acusada visión comercial.”
“Procedentes en su mayoría de los sectores burgueses que se habían enriquecido con el mercantilismo, estos propietarios adquirían o arrendaban tierras cultivables para administrarlas con procedimientos modernos y extraer de ellas el máximo beneficio.”
“Este cuadro se completaba con un sistema de repartos de praderas y los bosques comunales que reducía las posibilidades de los campesinos y creaba una masa de desheredados sin tierra, inerme ante una jurisdicción dominada por tribunales feudales que solo garantizaban los derechos de los grandes propietarios.”
4. La revuelta de los poderosos
A la revolución propiamente dicha la precedió una revuelta institucional de las clases privilegiadas, que hizo imposible en Francia el establecimiento de un sistema político que atenuara los graves desequilibrios sociales.
A inicios de 1776 Turgot lanzo un verdadero tren de reformas: la derogación de los derechos sobre el uso de los caminos en el campo y su sustitución por un impuesto que debería satisfacer todas los propietarios rurales, la supresión de los privilegios gremiales en beneficio de la libertad empresarial, así como las medidas para implantar una administración jerárquicamente articulada y por imponer un sistema de carácter general y equitativo.
5. Números rojos
En 1781, Becker publico el compte rendu au roí, que recogía el caótico estado de las finanzas francesas y el monto de las pensiones que recibían los nobles. El informe desato las iras de los privilegiados, y necker fue destituido aquel mismo año.
6. El poder de las nuevas ideas
“Conmocionada internacionalmente y con un sistema absolutista anticuado. Francia se convirtió en terreno abonado para los libres pensadores políticos de Europa.”
“Los escritos censurados y no censurados de los ilustrados, sus discusiones y reuniones en los salones, y su influencia sobre el gusto y la mentalidad de los burgueses y aristócratas modificaron los valores tradicionales en que se apoyaba el estado absolutista.”
“En el caso del rey XVI y de sus ministros era evidente que los intentos por reforzar el anquilosado estado francés estaban inspiradas en las nuevas ideas preconizadas.”
Parte del trabajo monográfico de Daniel Cunya
Tercero de Secundaria
CAPITULO II
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
Las guerras de mediados de siglo durante el reinado de Luis XV (1715-1774) habían resultado demoledoras para la hacienda pública. Todas aquellas aventuras militares, aparte de saldarse con estrepitosas derrotas en los campos de batalla, requirieron gigantes sumas de dinero que esquilmaron las arcas del estado.
También la falta de liquidez empujo a la monarquía a embarcarse en créditos e intereses altísimos, también se decía que los ingresos fiscales únicamente provenían de los sectores populares. En 1774 los impuestos directos e indirectos absorbían el 70% de los ingresos del campesinado y de la pequeña burguesía, mientras que los estamentos privilegiados, la nobleza y el clero, disfrutaban de una amnistía fiscal absoluta.
1. Al borde del abismo
El Desigual sistema impositivo solo era uno de los baldones que lastraban la economía francesa. La propiedad de la tierra estaba en manos de una elite de propietarios renuentes a cualquier liberalización del suelo cultivables que favorecía el reparto a los campesinos. Mientras que los estamentos del primer estado se valían de sus viejos privilegios clasistas y feudales para inhibirse de la actividad productiva.
2. Poco margen de maniobra
La desastrosa herencia que recibió de su predecesor hipoteco el reinado de Luis XVI. Los intentos del monarca por sanear la hacienda e implantar un sistema fiscal más equitativo toparon con la intransigencia de la nobleza y el clero, que no estaban dispuestos a renunciar a sus impuestos seculares.
3. La propiedad de la tierra
“En el siglo XVII el campesinado francés estaba sujeto a una clase de grandes terratenientes y arre dentarios con una acusada visión comercial.”
“Procedentes en su mayoría de los sectores burgueses que se habían enriquecido con el mercantilismo, estos propietarios adquirían o arrendaban tierras cultivables para administrarlas con procedimientos modernos y extraer de ellas el máximo beneficio.”
“Este cuadro se completaba con un sistema de repartos de praderas y los bosques comunales que reducía las posibilidades de los campesinos y creaba una masa de desheredados sin tierra, inerme ante una jurisdicción dominada por tribunales feudales que solo garantizaban los derechos de los grandes propietarios.”
4. La revuelta de los poderosos
A la revolución propiamente dicha la precedió una revuelta institucional de las clases privilegiadas, que hizo imposible en Francia el establecimiento de un sistema político que atenuara los graves desequilibrios sociales.
A inicios de 1776 Turgot lanzo un verdadero tren de reformas: la derogación de los derechos sobre el uso de los caminos en el campo y su sustitución por un impuesto que debería satisfacer todas los propietarios rurales, la supresión de los privilegios gremiales en beneficio de la libertad empresarial, así como las medidas para implantar una administración jerárquicamente articulada y por imponer un sistema de carácter general y equitativo.
5. Números rojos
En 1781, Becker publico el compte rendu au roí, que recogía el caótico estado de las finanzas francesas y el monto de las pensiones que recibían los nobles. El informe desato las iras de los privilegiados, y necker fue destituido aquel mismo año.
6. El poder de las nuevas ideas
“Conmocionada internacionalmente y con un sistema absolutista anticuado. Francia se convirtió en terreno abonado para los libres pensadores políticos de Europa.”
“Los escritos censurados y no censurados de los ilustrados, sus discusiones y reuniones en los salones, y su influencia sobre el gusto y la mentalidad de los burgueses y aristócratas modificaron los valores tradicionales en que se apoyaba el estado absolutista.”
“En el caso del rey XVI y de sus ministros era evidente que los intentos por reforzar el anquilosado estado francés estaban inspiradas en las nuevas ideas preconizadas.”
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