(Construyendo juntos el conocimiento de la Historia)
Un ceque -según Polo de Ondegardo y Cobo-, eran unas rayas imaginarias que rodeaban la ciudad, y que partían de la plaza del templo del Sol semejando un gigantesco quipu.
Estas rayas., de profundo significado religioso, se dividían en cuatro seccioines y seguían los suyu del Tahuantinsuyu, con un total de 42 líneas. Cada una de ellas tenía a lo largo de su recorrido un número de adoratorios o huacas cuidadas por un ayllu determinado o una panaca real, Para su servicio disponían de numerosos sacerdotes, mujeres y servidores dedicados al culto.
ROSTWOROWSKI DE DIEZ CANSECO, María. Historia ddel Tahuantinsuyo. IEP. Ediciones. Año 1995.
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