Construyendo juntos el conocimiento de la Historia
Extracto del trabajo de
Eduardo Mejía
Tercer Año
CAPÍTULO I
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
1. Nacimiento
Escritor inglés, considerado generalmente como uno de los mejores dramaturgos de la literatura universal. Resulta imposible llevar a cabo una experiencia completa de su vida, pues existen entorno a ella numerosas suposiciones y controversias debidas a diferentes testimonios, además de los pocos datos documentados de la época. Se piensa que nació el 23 de abril de 1564, y fue bautizado el 26 del mismo mes, en Stratford- Upon- Avon, condado de Warwickshire. (Ver anexo 1,2 y 3)
2. Historia
Tercero de ocho hermanos, fue el primer hijo varón de un próspero comerciante llamado John Shakespeare, y de Mary Arden, cuya familia había sufrido persecuciones religiosas. Probablemente, estudió en la Grammar School de su localidad cuya materia básica era el latín y, como primogénito varón, estaba destinado a suceder a su padre al frente de sus negocios, que fue concejal, traficaba en guantes, en cuero, en madera y en trigo. (Ver anexo 4)
Sin embargo, según un testimonio de la época, el joven Shakespeare hubo de comenzar a trabajar como aprendiz de carnicero, por la difícil situación económica de su padre. Según otro testimonio, se convirtió en maestro de escuela. Lo que sí parece claro es que debió disfrutar de bastante tiempo libre durante su adolescencia, pues en sus obras aparecen numerosas y eruditas referencias sobre la caza con y sin halcones, algo poco habitual entre sus contemporáneos.
En 1582 contrae matrimonio con una mujer ocho años mayor que él, que gozaba de buena posición social llamada Anne Hathaway, hija de un granjero, quien le dio una hija llamada Susanna, en 1583, y una pareja de mellizos bautizados como Hamnet y Judith en 1585. Desgraciadamente, el varón fallecería en 1596 a la edad de once años. (Ver anexo 5)
Al parecer, William hubo de abandonar Stratford al ser sorprendido cazando ilegalmente ciervos en las propiedades de sir Thomas Lucy, el juez de paz de la ciudad, y otra de las razones sería la decadencia económica de su padre desde 1575. Se supone que llegó a Londres hacia 1588 y, cuatro años más tarde, ya había logrado establecerse en la ciudad con un notable éxito como dramaturgo y actor teatral. Muy poco después, consiguió el mecenazgo de Henry Wrlothesley, tercer conde de Southampton. (Ver anexo 6, 7 y 8)
Shakespeare con la publicación de sus dos poemas, Venus y Adonis (1593), y La violación de Lucrecia (1594), sumados a sus Sonetos (editados en 1609) le dieron la reputación de brillante poeta renacentista. (Ver anexo 9, 10 y 11)
El prestigio actual del bardo se basa en las 38 obras teatrales de las que se tienen indicios de su participación, aunque sus contemporáneos de mayor nivel cultural las rechazaron, por considerarlas, como al resto del teatro, tan solo un vulgar entretenimiento.
“La vida profesional de Shakespeare en Londres estuvo marcada por una serie de arreglos financieros que le permitieron compartir los beneficios de la compañía teatral en la que actuaba, la Chamberlain ’s Men, más tarde llamada King ’s Men, y de los dos teatros que esta poseía, The Globe y Blackfriars. (Ver anexo 12)
Sus obras fueron representadas en la corte de la reina Isabel I y del rey Jacobo I con mayor frecuencia que las de sus contemporáneos y se tiene constancia de que solo en una ocasión estuvo a punto de perder el favor real. Fue en 1599 cuando su compañía representó las obras de la deposición y asesinato del rey Ricardo II, a petición de un grupo de cortesanos que conspiraban contra la reina, aunque en la investigación que siguió al hecho, la compañía terminó totalmente absuelta.” Shakespeare, William. Otelo. Editorial Cultura Peruana. Lima, Perú. 2007.
A partir del año 1608, la producción dramática de Shakespeare decreció considerablemente, pues al parecer, en 1610, retorno a su ciudad natal, Stratford, donde compró una casa llamada New Place. Murió el 23 de abril de 1616 y fue enterrado en la iglesia de Stratford. Por esta fecha murió Cervantes en Madrid; sin duda, ninguno de los dos oyó hablar del otro. (Ver anexo 13)
3. Periodos
“Aunque no se conoce con exactitud la fecha de composición de muchas de sus obras, su carrera literaria se suele dividir en cuatro periodos: 1) Antes de 1595, 2) Entre 1594 y 1600, 3) Entre 1600 y 1608 y 4) Desde 1608. Dada la dificultad para fechar con exactitud las obras de Shakespeare, estos periodos son aproximaciones y están basados en que el autor extraía los temas de sus obras de crónicas de su tiempo, así como de cuentos y narraciones ya existentes, tal y como era costumbre en aquellos años.” Shakespeare, William. Otelo. Editorial Cultura Peruana. Lima, Perú. 2007.
a) El primer periodo: Antes de 1594
“Se caracterizó fundamentalmente por la experimentación. Sus primeras obras teatrales, al contrario de lo que ocurrió con sus obras de madurez, poseían un alto grado de formalidad y, a menudo, resultaban un tanto predecibles y amaneradas. Probablemente, sus primeras obras fueron dramas que tenían como trasfondo los enfrentamientos civiles de Inglaterra del siglo XV, un estilo muy popular en la época. Como en: Enrique VI (1592) y Ricardo III (1593).
En cuanto a estilo y estructura, contienen numerosas referencias al teatro medieval y otras a las obras de los primeros dramaturgos isabelinos, en especial Cristopher Marlowe a través de los cuales conoció las obras del dramaturgo clásico latino Seneca. Esta influencia que se manifiesta en sus numerosas escenas sangrientas en su lenguaje colorista y redundante, especialmente perceptible en Tito Andrónico (1594).
Durante este primer periodo escribió numerosas comedias, entre las cuales cabe destacar La comedia de los equívocos (1592). El carácter de farsa ya no resulta tan evidente en La doma de la bravía (1593), una comedia de caracteres. Por otro lado, Los dos hidalgos de Verona (1594) basa su atractivo en el uso del amor romántico, mientras que Trabajos de amor perdidos (1594) satiriza los amores de sus personajes masculinos.
El modo en que están construidos sus diálogos ridiculiza el estilo artificial y redundante del novelista y dramaturgo John Lyly, las convenciones cortesanas de la época y, quizá, también las discusiones científicas de Walter Raleigh sus seguidores.” Shakespeare, William. Otelo. Editorial Cultura Peruana. Lima, Perú. 2007.
b) El segundo periodo: Entre 1594 y 1600
“Marcado por una profundización en su individualidad como autor teatral, escribió algunas de sus obras más importantes relacionadas con la historia inglesa y las denominaciones comedias alegres, así como dos de sus mejores tragedias. Entre las primeras cabe destacar Ricardo II (1595), Enrique IV, primera y segunda parte, (1597) y Enrique V (1598), que cubren un periodo de tiempo inmediatamente anterior al de su Enrique VI.
La introducción, en distintas proporciones, de elementos trágicos y cómicos para expresar amplios espectros de caracteres se convertiría en uno de los recursos favoritos del autor inglés. Entre las comedias de este periodo sobresale Sueño de una noche de verano (1595), una obra plagada de fantasía.
En El mercader de Venecia (1596), por otro lado, se puede encontrar otra sutil evocación de atmósferas exóticas similar a la de la obra anterior. Por el contrario la ingeniosa comedia Mucho ruido y pocas nueces (1599) de forma, en el tratamiento un tanto insensible, a los personajes femeninos, según la opinión de muchos críticos.
Las comedias de madurez Como gustéis (1600) y Noche de Epifanía (1600) se caracterizan por su lirismo, su ambigüedad y por el atractivo de sus bellas, encantadoras e inteligentes heroínas, como Beatriz. Otra de las comedias de este segundo periodo, Las alegres casadas de Windsor (1599), es una farsa sobre la vida de la clase media.
Dos grandes tragedias, muy distintas entre sí por su naturaleza, marcan el comienzo y el final de este segundo periodo. Por un lado, Romeo y Julieta (1595) muy famosa por su poético tratamiento de los éxtasis amorosos juveniles y por el otro lado, Julio Cesar (1599) es una tragedia sobre la avalidad política, muy intensa, aunque en menor medida que las tragedias posteriores.
El dramaturgo inglés escribió sus mejores tragedias y las llamadas comedias oscuras o amargas. Las tragedias de este periodo son las más profundas de todas sus obras y aquellas en las que la poesía de la lengua se convierte en un instrumento dramático, capaz de registrar las evoluciones del pensamiento humano y las distintas dimensiones de una situación dramática.” Shakespeare, William. Otelo. Editorial Cultura Peruana. Lima, Perú. 2007.
c) El tercer periodo: Entre 1600 y 1608
“Escribió obras como: Hamlet (1601), su obra más universal, va más allá de las otras tragedias centradas en la venganza; Otelo, el moro de Venecia (1604) retrata el surgir y el expandirse de unos injustificados celos en el corazón del protagonista, un moro que es el general del ejército veneciano; El rey Lear (1605), concebido en un tono más épico, describe las consecuencias de la irresponsabilidad y los errores de juicio de Lear, dominador de la antigua Bretaña, y de su consejero; Antonio y Cleopatra (1606), otra de las grandes tragedias de su autor, se centra en otro tipo de amor, la pasión del general romano Marco Antonio por Cleopatra, reina de Egipto; y Macbeth (1606), en cambio, describe el proceso de un hombre esencialmente bueno que, influido por otros y debido también a un defecto de su propia naturaleza, sucumbe a la ambición y llega hasta el asesinato. A lo largo de su obra, Macbeth, por obtener y, más tarde, retener el trono de Escocia, va perdiendo su humanidad hasta llegar al punto de cometer todo tipo de imperdonable actos.
Otras tres obras de este periodo revelan la amargura contenida en estas tragedias, pues sus personajes no poseen categoría trágica ni grandeza alguna. Así, Troilo y Cressida (1602), la más efectista de sus obras, pone de manifiesto, de un modo muy clarificador, el abismo que extiende entre lo ideal y lo real; Coriolano (1608), otra tragedia ambientada en la antigüedad, el legendario héroe romano Cayo Marcio Coriolano aparece como un personaje incapaz de seducir a las masas o de dominarlas por la fuerza. Igualmente amorgo, Timón de Atenas (1608) narra la historia de un personaje reducido a la misantropía por la ingratitud de sus sicofantes. Debido a la fluctuante calidad de su literatura en Timón de Atenas, se ha avanzado la hipótesis de que esta obra fuera escrita en colaboración con otro dramaturgo, posiblemente Thomas Middleton.
Las dos comedias de este periodo son también algo oscuras. De hecho, se les ha llamado << Las obras problemáticas>>, pues no entran claramente en ninguna categoría y tampoco presentan desenlaces demasiado inteligibles. A buen fin no hay mal principio (1602) y Medida por medida (1604) tienen en común, además, el hecho de cuestionar la moral oficial.” Shakespeare, William. Otelo. Editorial Cultura Peruana. Lima, Perú. 2007.
d) El cuarto periodo: Desde 1608
“Finalmente el cuarto periodo comprende las principales tragicomedias románticas. Hacia el final de su carrera, el dramaturgo inglés creó numerosas obras en las que, a través de la intervención de la magia, la piedad, el arte o la gracia, sugiere con frecuencia la esperanza en la existencia de una redención para el género humano. Estas obras están escritas por lo general, con una gravedad que las aleja de las comedias de los periodos anteriores, pero suelen tener finales felices en forma de reuniones o reconciliaciones. Estas tragicomedias basan parte de tu atractivo en el carácter exótico y alejado en el tiempo de los escenarios en los que se desarrollan, y resultan mucho más simbólicas que cualquiera de las obras anteriores de su autor.
La tragicomedia romántica Pericles, príncipe de Tiro (1608), retrata a un personaje abatido por la pérdida de su esposa y por la persecución de su hija. Pero al final consigue reunirse con ambas. En Cimbelino (1610) y El cuento de invierno (1610), los personajes soportan también grandes sufrimientos y terminan igualmente reuniéndose.
La más lograda, quizá, de las creaciones derivadas de este peculiar punto de vista sea la última de las obras que consiguió completar y aquella en la que alcanzó las más altas cimas de lirismo poético, La tempestad (1611), una tragicomedia a través de cuyo desenlace se pueden comprender los beneficiosos efectos de la alianza entre la sabiduría y el poder.
Dos obras finales, el drama histórico Enrique VIII (1613) y Los dos nobles caballeros (1613), la historia de dos jóvenes caballeros enamorados de una dama, atribuidas a Shakespeare, parecen ser más bien fruto de su colaboración con Jhon Fletcher.” Shakespeare, William. Otelo. Editorial Cultura Peruana. Lima, Perú. 2007.