Aproximadamente a partir de 2000 a.C comienza a aparecer el arte junto con nuevas materias (algodón y barro) en contextos funerarios y arquitectura compleja. Muchos de los motivos figurativos están relacionados de una manera más o menos evidente con el tema de la muerte hasta tal punto que éste casi adquiere la razón de su existencia debido a la ritualización del mensaje de la regeneración, lo cual permite indagar más sobre la definición de ancestros.
En Cerro Sechín una plataforma lítica cuadrangular está adornada con un tema que se repite en conjuntos marcados por personajes con un bastón los cuales ejecutan una especie de baile entre partes corporales tanto externas (brazos, cabezas, piernas) como internas (columna vertebral, órganos internos). Nacen en el cerro del cual proviene la materia prima y crecen hasta el río nutriéndose de las sustancias sólidas en el Este (el nacimiento del Sol) y de los líquidos que salen de los elementos corporales incompletos en el Oeste (la muerte el Sol) ¿no será un baile de recreación de los ancestros y regeneración universal? La cabeza aparentemente sirve como una especie de microcosmos que reemplaza la columna vertebral y es fuente de la emanación de líquidos de la parte superior de la cabeza, de la nariz, de la boca, del ojo cerrado, y del cuello cuyas variantes dominan la composición general.
MILLONES, Luis y Wilfredo Kapsoli. La memoria de los ancestros. Editorial Universitaria. Universidad Ricardo Palma. 2001. P. 27 y ss. P. 33 y ss.
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