Significa "baile o canto de la enfermedad" significó el inicio de los movimientos mesiánicos indigenas posteriores a la conquista española. Se descubrió en 1564, pero es probable que se inciara hacia 1560. Se presentó cronológicamente en un momento de transición entre la vigencia de la Resisitencia Andina de los Incas de Vilcabamba y la consolidación del poder español en el antiguo territorio del Tahuantinsuyo. No llegó a ser un movimiento panandino, pero contó con un gran número de seguidores.
El movimiento se desarrolló en una zona de los andes con gran cohesión cultural, que comprendía parte de lo que hoy son los departamentos de Ayacucho y Huancavelica, zonas donde habitaban grupos étnicos como los lucanas, soras, chocorvos, los habitantes del río Pampas.
Fue un bote subvesivo y un movimiento religioso. No queda clara la imagen de que tuvo un supuesto líder ni sus acompañantes, que tienen nombres de santas católicas. Queda una idea de desorden y orden en el movimiento, lo que ayudó a que el movimiento fuera derrotado por los españoles. Los españoles pudieron derrotar el movimiento porque su Dios fue más poderoso y venció a las huaca o divinidades andinas.
La interpretación del Taqui Onqoy es la necesidad de los indígenas de solucionar el desorden que había originado la conquista española sobre su mundo y que había representado un Pachacuti o terremoto.
"La salida que ofrece el Taqui Onqoy al desorden introducido por la conquista es otro Pachacuti que permita invertir el orden de los acontecimientos. Por lo tanto se anuncia que la mita o "turno" de los españoles llega a su fin, que el mundo se está dando vuelta para retornar al tiempo del Inca o que aparecerá uno nuevo como consecuencia de que las huacas han resucitado y están venciendo al Dios cristiano. Su triunfo consistirá en la total destrucción de los españoles por medio de inundaciones y pestes. Además, los indígenas que no renuncien al cristianismo y sigan si atender a las huaca participarán de este holocauste transformándose en animales silvestres o compartirán los gusanos destructores que estas divinidades sembrarán en las chacras y animales de los españoles."
El Taqui Onqoy representa el primer esfuerzo por trascender la diversidad étnica local para incorporarse en una categoría mayor que, a fata de un término autóctono, adoptó aquel de "indio" en oposición al de "español". Es que los indígenas sentían foráneo el término español yh se sienten más identificados con la idea de pertenecer a las huacas que habían resucitado y que estaban ubicadas en las mitades Hanan y Hurin del Tahuantinsuyo. Una era Pachacámac, situada en el Chinchaysuyo, y la otra, Titicaca, correspondía al Collasuyo. El dualismo andino estaba puesto nuevamente al servicio de la divinidad.
Resumen y extracto de:
Ossio, Juan M. Los Indios del Perú. Colecciones Mapfre. Colección Indios de América. Madrid 1992. pags: 182 y sig.
El movimiento se desarrolló en una zona de los andes con gran cohesión cultural, que comprendía parte de lo que hoy son los departamentos de Ayacucho y Huancavelica, zonas donde habitaban grupos étnicos como los lucanas, soras, chocorvos, los habitantes del río Pampas.
Fue un bote subvesivo y un movimiento religioso. No queda clara la imagen de que tuvo un supuesto líder ni sus acompañantes, que tienen nombres de santas católicas. Queda una idea de desorden y orden en el movimiento, lo que ayudó a que el movimiento fuera derrotado por los españoles. Los españoles pudieron derrotar el movimiento porque su Dios fue más poderoso y venció a las huaca o divinidades andinas.
La interpretación del Taqui Onqoy es la necesidad de los indígenas de solucionar el desorden que había originado la conquista española sobre su mundo y que había representado un Pachacuti o terremoto.
"La salida que ofrece el Taqui Onqoy al desorden introducido por la conquista es otro Pachacuti que permita invertir el orden de los acontecimientos. Por lo tanto se anuncia que la mita o "turno" de los españoles llega a su fin, que el mundo se está dando vuelta para retornar al tiempo del Inca o que aparecerá uno nuevo como consecuencia de que las huacas han resucitado y están venciendo al Dios cristiano. Su triunfo consistirá en la total destrucción de los españoles por medio de inundaciones y pestes. Además, los indígenas que no renuncien al cristianismo y sigan si atender a las huaca participarán de este holocauste transformándose en animales silvestres o compartirán los gusanos destructores que estas divinidades sembrarán en las chacras y animales de los españoles."
El Taqui Onqoy representa el primer esfuerzo por trascender la diversidad étnica local para incorporarse en una categoría mayor que, a fata de un término autóctono, adoptó aquel de "indio" en oposición al de "español". Es que los indígenas sentían foráneo el término español yh se sienten más identificados con la idea de pertenecer a las huacas que habían resucitado y que estaban ubicadas en las mitades Hanan y Hurin del Tahuantinsuyo. Una era Pachacámac, situada en el Chinchaysuyo, y la otra, Titicaca, correspondía al Collasuyo. El dualismo andino estaba puesto nuevamente al servicio de la divinidad.
Resumen y extracto de:
Ossio, Juan M. Los Indios del Perú. Colecciones Mapfre. Colección Indios de América. Madrid 1992. pags: 182 y sig.
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