Síntesis y exposición en clase
Alumno Pedro Rodrigo Falcón Sarango
Reformas de Nikón.
Durante los siglos XV y XVI, el imperio ruso retomó la ideología teocrática bizantina, iniciándose los proyectos para corregir los libros litúrgicos, sin embargo se usaron fuentes eslavas y griegas durante el proceso de transcripción lo que llevó a que se señalaran diferencias esenciales. En este contexto surgen las reformas de Nikón.
En el año de 1654 el patriarca ruso Nikón ordenó una nueva redacción de los libros de cánones y temas litúrgicos con el objetivo de acercar a la Iglesia ortodoxa rusa a la ortodoxa griega de tradición bizantina.
La teocracia que entendió Nikón tenía como base fundamental la unión de la Iglesia y el estado, pero en este enlace el gobierno debía reconocer el predominio de las instituciones y jerarcas eclesiásticos.
Sin embargo las reformas planteadas por Nikón no fueron totalmente aceptadas por el Zar de Rusia, ya que este entendía de otra manera las relaciones de la Iglesia con el Estado. De tal modo que en 1649 promulgó una serie de leyes que ampliaban el poder del estado frente al de la iglesia.
En el Concilio de Moscú de 1666 Nikón fue acusado de conspirar contra el Zar y de denigrar a la iglesia rusa, por ello fue privado del orden sagrado y enviado al destierro.
Las reformas iniciadas por Nikón continuaron a pesar de la oposición generada por diversos grupos de feligreses rusos, encabezados por Avvakum Petróv.
El principal argumento que sustentaban estos era que se estaba transformando la tradición de la Fe Ortodoxa que esta legitimada por el tiempo, por ello no se tenia la necesidad de hacer nuevos ajustes a la liturgia; y veían en estas reformas una manera de dominación aplicada a la vida religiosa de los fieles hasta que estos olvidaran su tradición.
Las reformas de Nikón se aplicaron a las costumbres; por ejemplo: Tres aleluyas en vez de dos, cinco panes consagrados en vez de siete, la procesión en sentido contrario al sol, y la principal fue el cambio de la señal de la cruz utilizando tres dedos, de tal manera que se simboliza la unidad de Dios en las tres personas divinas. Esto fue un cambio importante porque para el pensamiento ortodoxo la señal de la cruz es el símbolo de la coparticipación en la salvación, la presencia de Dios en la vida humana, por ello el más mínimo cambio afectaba los sentimientos de los rusos.
Dos elementos fueron resaltan en la ortodoxia rusa frente al occidentalismo: La fe y pureza del corazón; y por otro lado la oposición que existía en el pensamiento ruso ante cualquier innovación.
Es importante comprender que la iglesia ortodoxa rusa se entendió no como una fuente de nuevos conocimientos, sino la depositaria de la memoria colectiva del pueblo ruso.
Reformas de Nikón.
Durante los siglos XV y XVI, el imperio ruso retomó la ideología teocrática bizantina, iniciándose los proyectos para corregir los libros litúrgicos, sin embargo se usaron fuentes eslavas y griegas durante el proceso de transcripción lo que llevó a que se señalaran diferencias esenciales. En este contexto surgen las reformas de Nikón.
En el año de 1654 el patriarca ruso Nikón ordenó una nueva redacción de los libros de cánones y temas litúrgicos con el objetivo de acercar a la Iglesia ortodoxa rusa a la ortodoxa griega de tradición bizantina.
La teocracia que entendió Nikón tenía como base fundamental la unión de la Iglesia y el estado, pero en este enlace el gobierno debía reconocer el predominio de las instituciones y jerarcas eclesiásticos.
Sin embargo las reformas planteadas por Nikón no fueron totalmente aceptadas por el Zar de Rusia, ya que este entendía de otra manera las relaciones de la Iglesia con el Estado. De tal modo que en 1649 promulgó una serie de leyes que ampliaban el poder del estado frente al de la iglesia.
En el Concilio de Moscú de 1666 Nikón fue acusado de conspirar contra el Zar y de denigrar a la iglesia rusa, por ello fue privado del orden sagrado y enviado al destierro.
Las reformas iniciadas por Nikón continuaron a pesar de la oposición generada por diversos grupos de feligreses rusos, encabezados por Avvakum Petróv.
El principal argumento que sustentaban estos era que se estaba transformando la tradición de la Fe Ortodoxa que esta legitimada por el tiempo, por ello no se tenia la necesidad de hacer nuevos ajustes a la liturgia; y veían en estas reformas una manera de dominación aplicada a la vida religiosa de los fieles hasta que estos olvidaran su tradición.
Las reformas de Nikón se aplicaron a las costumbres; por ejemplo: Tres aleluyas en vez de dos, cinco panes consagrados en vez de siete, la procesión en sentido contrario al sol, y la principal fue el cambio de la señal de la cruz utilizando tres dedos, de tal manera que se simboliza la unidad de Dios en las tres personas divinas. Esto fue un cambio importante porque para el pensamiento ortodoxo la señal de la cruz es el símbolo de la coparticipación en la salvación, la presencia de Dios en la vida humana, por ello el más mínimo cambio afectaba los sentimientos de los rusos.
Dos elementos fueron resaltan en la ortodoxia rusa frente al occidentalismo: La fe y pureza del corazón; y por otro lado la oposición que existía en el pensamiento ruso ante cualquier innovación.
Es importante comprender que la iglesia ortodoxa rusa se entendió no como una fuente de nuevos conocimientos, sino la depositaria de la memoria colectiva del pueblo ruso.
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