Elaborado por: Sharon Alburqueque
Cuarto de Secundaria
CAPÍTULO IX
9.- El Rescate
Todos los comandos se colocaron el casco y tomaron sus armas. Corrieron por la escalera en dirección la salida que a cada uno le correspondía, para luego ingresar a la residencia. Por el lado sur le correspondía ingresar al General Zapata, a cargo de la Operación Chavín de Huántar.
Lo que llamó mucho la atención fue que mientras los comandos bajaban las escaleras no se escucharon las explosiones, pero no duró mucho tiempo pues a los pocos segundos llegaron y fueron formidables y retumbaron al mismo tiempo.
Al llegar a la superficie del jardín de la residencia, era impresionante escuchar la cantidad de disparos que habían, eran de fusil, no eran los de los comandos, los Grupos de Asalto llevaban silenciadores, eran los terroristas quienes disparaban a los equipos que se encontraban corriendo por los jardines o saliendo de los túneles rumbo a las paredes, puertas o ventanas.
Desde donde luego de abrir boquetes con explosivos “Flex X” ingresarían a la residencia para dominar los ambientes de su responsabilidad y rescatar a los rehenes que les tocaba liberar.
Más o menos al minuto de las tres explosiones subterráneas, se escucharon también seis explosiones en el perímetro de la residencia, una tras otra. Los Comandos estaban abriendo las brechas para ingresar al interior. Los francotiradores desde un momento antes también apoyaban a los grupos “Alfa” y “Delta”. (Ver Anexo 7)
En ese primer momento, se tuvieron las primeras de las veinticinco bajas que sucedieron, algunos de los comandos cayeron antes de ingresar a la residencia, en los jardines o muy cerca de las paredes. Una de las escaleras que se utilizaron fue perforada por disparos, los hicieron justo cuando ingresaban unos equipos llevando unas escaleras.
En los siguientes minutos después de esas seis últimas explosiones se escuchaban, en el interior de la residencia, disparos de fusil, y de ametralladoras de los terroristas y recién ahora se escuchaban también los disparos de los comandos, éstos últimos eran controlados y utilizaban silenciadores.
Los francotiradores trataron de neutralizar a los terroristas que disparaban desde las ventanas, y vigilaban también que sus compañeros de asalto no sean heridos durante su recorrido. El Elemento de “Apoyo” ya estaba desplegado listo para apoyar, y comenzaba su tarea con los heridos dirigiéndose donde presumían se encontraban.
Los operadores de los extintores también se preparaban; ya se apreciaba que el fuego se extendería, las alfombras, cortinas, muebles y materiales de fácil combustión comenzaban a arder luego del calor que produjeron las explosiones que los comandos hicieron para ingresar y las cargas que colocaron los terroristas.
Al subir las escaleras, en los primeros escalones de la parte superior se encontraban bajando el señor Tudela y dos rehenes, el primero de ellos sangraba.
Inmediatamente detrás se encontraba el Comando Valer, malherido, quien era llevado hasta el primer piso.
Cerca de donde comenzaba la terraza se encontraban el Comando Jesús Miranda, junto con otros dos comandos, quienes estaban intentando abrir la puerta para poder salir, pero no podían pues desde el interior de la residencia les disparaban sin misericordia.
Esa puerta un minuto y medio antes se abrió por las explosiones, por ello los rehenes lograron salir, luego otra explosión la cerró nuevamente, antes de que esto sucediera es que tres rehenes salen pero también es cuando los terroristas les disparan y en esas circunstancias hieren al Canciller Tudela, también hieren de muerte a Valer y gravemente al Comando Jesús Miranda.
El comando Valer fue herido cuando se encontraba en la terraza y un terrorista dispara contra los rehenes y los comandos, una bala le impacta, atraviesa el chaleco anti fragmentario (que otros llaman antibalas), a la altura del pecho, recorre parte de su cuerpo causándole lesiones internas graves y lo lanza al suelo.
De inmediato se arrastra hasta el borde de la terraza y le pide a uno de los Comandos que lo ayude diciéndole que está herido, entonces un Comando y un rehén lo ayudan a cubrirse de los disparos en las escaleras que dan a los jardines fue entonces cuando el General lo vio malherido y llamó al Elemento de Asalto para que lo ayudara.
Desde el interior un terrorista seguía disparando con su AKM, él perforaba la puerta de madera y la de metal que cubrían ese acceso, los disparos de los comandos solo mellaban la puerta de metal.
Esto sucedió debido a que las armas de los terroristas eran de tipo sub ametralladora calibre 9mm para uso a cortas distancias, no eran potentes como los fusiles de los terroristas, las de los comandos eran de potencia limitada para evitar herir a rehenes o comandos.
Los dos hombres que se encontraban en la puerta lograron abrirla e ingresaron lanzando granadas aturdidoras. Le siguieron el resto del equipo.
El terrorista siguió disparando y retrocedió hasta el interior, allí se encontró con los comandos que subían por las escaleras principales.
En el interior de la residencia todo era humo, disparos, explosiones y gritos.
Mientras, en otro lugar, en el lado norte de la residencia el 2do comandante, el Coronel Luis Alatrista, se encontraba con los equipos “Siete” y “Ocho”, del Grupo “Delta”, este grupo tenía a su cargo el segundo piso, específicamente el pasadizo principal.
Al largo del pasadizo, estaban ubicadas tres habitaciones, donde se encontraban una cantidad considerable de rehenes, el equipo “Siete” debía dominar en estas habitaciones.
El equipo “Ocho” también dominaría el segundo piso, en un área denominada “de servicios”, estos ambientes estaban fuera del área donde retenían los rehenes.
Pero en ese lugar podían estar terroristas cubriendo el acceso a la casa.
Por otra parte, cabía la posibilidad que el lugar esté protegido con explosivos y trampas cazabobos colocadas por los terroristas.
Luego de que en ese ambiente estuvo bajo control y se neutralizaron algunas trampas, el equipo “Siete” pasó a cumplir su misión.
Primero hicieron un boquete en una puerta que da acceso al interior de la residencia, específicamente al pasadizo principal.
Junto con ellos también debía ingresar el equipo “Ocho” quien tenía la responsabilidad en dos cuartos del interior de la residencia.
El equipo “Siete” colocó una carga explosiva en la puerta de acceso al pasadizo principal, se retira para protegerse y sienten una formidable explosión, bastante mayor de lo previsto, los comandos sabían que ese acceso estaba minado por los terroristas pero no pensaron los comandos que lo estuviera en tal magnitud.
La explosión los hizo saltar y aturdió fuertemente, lógicamente la puerta se abrió, un pedazo de pared frente a ella fue arrancada de su lugar y cayó en el primer piso, infortunadamente sobre un Comando que trataba de dominar su ambiente.
Lo admirable es que luego del impacto el Comando se levantó, y continuó. A otro comando la fuerza de la explosión lo sacude de tal modo que lo lanza dentro de uno de los cuartos del segundo piso, en esa área de servicios, domina su ambiente pero no recuerda exactamente cómo lo hizo.
Luego de la explosión, desde la negra humareda, mezclada con tierra y polvo, se escucha la voz enérgica y fuerte de uno de los Comandantes, dándoles fuerza y aliento para seguir con la Operación Chavín de Huántar y no rendirse.
Es ahí donde el equipo “Siete” se pone de pie y corre en dirección al boquerón oscuro que se ha abierto delante de ellos. Dentro viene el combate, los muertos, los heridos, los gritos, nuevamente las frases amigas, en las que se les daba seguridad a los rehenes sobre su liberación.
9.1. Comandos muertos o heridos
9.1.1. Caídos
a) Comando Raúl Jiménez Chávez, quién murió debido a una mortal granada que explotó sobre su cuello.
b) Vocal Carlos Giusti Acuña, quién murió por un impacto de bala muy cerca del corazón.
c) Teniente Coronel Juan Valer Sandoval, quién murió valerosamente protegiendo al resto de su equipo de combate.
d) Y muchos más soldados, que estaban física y psicológicamente preparados, pero que por proteger a parte de su equipo se pusieron como cebo para que el resto de sus compañeros pudieran ejecutar la Operación.
9.1.2. Heridos
a) Comando Raúl Cruz Jarama, quien queda gravemente herido por una granada que le cayó en la pierna.
b) Dos comandos estuvieron a punto de perder la vista.
c) El noventa por ciento del equipo “Siete”, terminó en el hospital por diversas heridas, golpes, etc.
9.2. Combate en Recintos Cerrados
También llamado “Close – Quarter Combat”, para la operación se utilizaron principios operacionales, lamentablemente por desconocimiento o por interés, se mancilló la operación, sin importar el mérito de una operación exitosa, reconocida aquí y en el extranjero.
CAPÍTULO X
10.- Análisis y lecciones aprendidas
La Operación de rescate Chavín de Huántar consideró principios y conceptos importantes, pero debido a sus peculiaridades es muy difícil de poder enmarcarla en un molde analítico tradicional, que permita sintetizarla y analizarla.
Se podría observar bajo los principios de la guerra tradicional o mediante un análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas); o tal vez bajo es Estudio de Estado Mayor. Pero el resultado será siempre el mismo.
No interesa mucho si está basada en principios elementales o conceptos doctrinarios explicados en manuales militares, debido a que esta operación por su naturaleza rompe una serie de esquemas que son aún materia de estudio en varios países del mundo.
Es justamente su condición especial la que la hace singular e irrepetible, ya que los escenarios son cambiantes, el enemigo aprende de sus errores y las condiciones y factores internos y externos pueden ser parecidos, pero jamás iguales.
Todos nosotros deberíamos aprender de las enseñanzas vertidas como legado por aquellos valientes comandos que tomaron parte de la operación y debe ser nuestro compromiso mejorarla, empleando conceptos altamente imaginativos e ingeniosos, los cuales posibiliten mantener siempre la iniciativa; y no basándose en inspiraciones foráneas.
Siempre se debe tener en consideración que los más grandes desastres militares de la humanidad han ocurrido como consecuencia de que uno de los dos adversarios ha sabido determinar correctamente la probable forma de acción del otro y esto ocurre normalmente cuando se repiten fórmulas operacionales.
El éxito está en el cambio e innovación. En esta obra se ha analizado dicha operación tomando en cuenta una serie de conceptos que fueron manejados por la fuerza de intervención durante el proceso de planeamiento y conducción, catalogada por los comandos peruanos como “La Operación de los Detalles”.
10.1. Objetivo
El objetivo de la Operación consistía en la liberación de los setenta y dos rehenes. Todo el planeamiento, preparación, inteligencia y entrenamiento estaba orientado a este aspecto.
La directiva del Presidente de la República indicaba que el rescate se debía realizar con un costo de cero en vida de rehenes, a pesar que las estadísticas internacionales enmarcaban una pérdida no menor al 20% de víctimas, es decir un número no menor de quince rehenes muertos.
Esto tenía que ser reducido. Todos los demás aspectos, político, militar, diplomático, etc., estuvieron al servicio del objetivo supremo.
Si los comandos se trasladaban a la frialdad de las estadísticas, el resultado final de un rehén arrojó un 1.4% de bajas.
El resultado final de los dos comandos muertos y veinticuatro heridos arrojan un 18.6% de bajas entre la fuerza de intervención, precio que se tuvo que pagar para cumplir el objetivo impuesto.
Es decir, un promedio de 12.6%; lamentablemente si se habla del costo humano, pero encomiable en términos de precisión y profesionalismo.
10.2. Economía de Fuerzas
Este es un principio directamente relacionado con la organización de la fuerza. Su establecimiento se regía de acuerdo a los requerimientos que la operación impuso y con la situación existente, en concordancia directa con el escenario y el enemigo.
Se tuvo una fuerza de una magnitud adecuada que permitió su empleo eficiente y eficaz, sin dejar nada al azar.
También tuvieron la virtud de mantener el secreto, realizar la acción sorpresiva sobre el objetivo y mantener la seguridad de la operación.
Para ello se estableció la necesidad de dividir a la fuerza de intervención en cinco elementos (mando, asalto, seguridad, apoyo y francotiradores), con funciones claras y específicas, adecuadamente coordinadas, lo que resultó en un empleo altamente rentable.
10.3. Maniobra
Se colocó al enemigo en una posición de desventaja mediante la aplicación flexible de la acción política y diplomática, haciendo que los dirigentes terroristas se sienten a negociar por varias semanas, generando el tiempo requerido por la fuerza de intervención para alcanzar los niveles de eficiencia necesaria para su empleo
La maniobra permitió ganar una ventaja posicional, materializada en la construcción de los túneles de aproximación.
10.4. Unidad de comando
A las pocas horas que el grupo terrorista MRTA tomara por la fuerza la residencia del embajador del Japón, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas designó como único comandante de la fuerza de intervención al coronel José Williams en cuyas manos se encargó todos los aspectos relacionados a la operación.
El Coronel Williams gozó de una completa libertad para disponer de elementos humanos y materiales necesarios, delegando autoridad respectiva a los diferentes jefes de equipo o elementos componentes de la fuerza.
Esto aseguró una línea de comando entre él y sus elementos subordinados, sin elementos foráneos que tuvieran la capacidad de influir en el desarrollo de la operación. Es decir, se mantuvo una estricta observancia de la línea de comando.
A escasos minutos del inicio de la operación, Williams indica por teléfono a sus fuerzas que tenía el control, lo que significaba que todos los comandos debían obedecerle, evitando cualquier interferencia que pudiera perjudicar el éxito de la operación.
Luego de que el jefe de la fuerza pidiera permiso para iniciar la operación, la respuesta tardó varios minutos en llegar, debido al cumplimiento de una estricta cadena de comando hasta darse la decisión presidencial.
Al momento de la cuenta regresiva del cinco a cero, se escuchó sobrevolar un helicóptero de la Policía Nacional, acción no prevista. Ya no se podía dar marcha atrás.
10.5. Inteligencia
La inteligencia contribuyó al éxito. El correcto conocimiento del enemigo permitió dotar al gobierno y a los conductores de la operación de elementos de juicio absolutamente necesarios para la toma de decisiones acertadas, determinando:
a) Cuál era su dispositivo
b) Cómo estaba compuesto
c) Con qué fuerza contaba
d) Cuáles serían sus probables formas de acción ante diversos acontecimientos
e) Rasgos característicos de las personalidades del adversario
f) Rutinas y procedimientos empleados por el adversario
g) Aliados o simpatizantes que pudieran entorpecer o sabotear la operación
h) Interceptación de sus comunicaciones
i) Su logística
j) Su vulnerabilidad
Proporcionó información técnica del en el que la fuerza actuaría, permitiendo que la patrulla pudiera determinar las características técnicas de la residencia del embajador japonés, que era vital para los trabajos de brechado:
a) Cuáles habían sido los materiales empleados en su construcción.
b) Modificaciones que se dieron en el edificio.
c) Análisis de la composición de suelos, al fin de determinar la dureza del mismo.
d) Características técnicas de muros, puertas, ventanas, etc.
e) Acopio de mapas y diagramas arquitectónicos de la residencia.
f) Construcción de la maqueta a escala de la residencia.
g) Armado de la réplica exacta de la residencia del embajador japonés.
h) Reconocimiento y análisis de trampas explosivas y campos minados.
i) Determinación de probables áreas de resistencia.
Asimismo la información proporcionada por los rehenes, facilitó la intervención, reduciendo considerablemente el probable número de víctimas fatales:
a) Conocer las personalidades y conducta bajo presión de los rehenes.
b) Informarse sobre posibles colaboradores con el adversario.
c) Saber el estado de salud física y mental de los rehenes.
d) Establecer un enlace secreto y permanente con uno de los rehenes.
e) Mantener una coordinación secreta, estrecha y permanente con un grupo específico de rehenes que ayuden a la fuerza de intervención a mantener a los cautivos en lugares y posiciones menos riesgosas durante la pase de asalto.
El personal de inteligencia además de realizar sus funciones de alcanzar informaciones a la patrulla, para que este genere inteligencia, también practicó operaciones especiales destinadas a contribuir y facilitar el esfuerzo de la fuerza de intervención.
10.6. Aplicación de medidas de engaño
a) Instalación de parlantes al exterior de la residencia, que enmascarara el ruido de los trabajos de excavación.
b) Empleo de hondas o resorteras, usadas para mantener a los terroristas alejados de los jardines a fin de evitar que descubran posibles indicios de la excavación.
c) Montaje de una supuesta rueda de prensa al interior de la embajada, a fin de obtener información técnica.
d) Sembrado de agentes de inteligencia vestidos como policías al interior de las casas vecinas a la residencia del embajador japonés.
Las informaciones utilizadas eran proporcionadas en gran parte por el Servicio de Inteligencia Nacional, las que fueron de gran valor; actividades que no han sabido ser reconocidas, al ser pintadas con un matiz eminentemente político y alejándolas de su real contexto.
Construyendo juntos el conocimiento de la Historia
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