Recopilado por: Roxana Hernández
El Carnaval
En la época de la colonia, febrero era el mes en que se desarrollaba la fiesta del carnaval, la más importante del año. Eran fiestas inevitables que servían como descargo a las tensiones sociales que se vivían en el virreinato.
El carnaval nace en Europa, probablemente en Italia. Llega a Lima a través de los españoles en los primeros años de la conquista (Angel López Pando) Proviene de las palabras italianas carne y vale; es decir, todas las travesuras y carnestolendas valen. El festival de la carne.
En esas fiestas populares había que ir preparado. Fueron fiestas muy celebradas en la colonia. Era una fiesta de gozo y algarabía. También había muchas riñas.
Esta fiesta comprendía los tres días previos a la cuaresma. Domingo, lunes y martes. Durante el carnaval se disfrutaban los placeres Es el lapso de 40 días entre el miércoles de ceniza y el sábado de gloria, dedicados al recogimiento y ayuno de los católicos. El carnaval se convertía en una despedida de los placeres terrenales.
Hablar de los carnavales es hablar de parte de los ritos paganos que precedían a la liturgia. Se habla del dios Baco. Se le grafica de una manera un poco grotesca.
La fiesta se realizaba en la calle. Hombres y mujeres jugaban con baldazos de agua. Desfilaban las tarascas, mojigangas, papahuevos, gandes, bailarines, bufones, personajes que se disfrazaban de curas y autoridades coloniales. Cumplía función de crítica social.
El carnaval limeño es una suerte de reproducción del carnaval europeo. Se lanzaban agua, pintura, y diversos juegos. Estos juegos propiciaban el despliegue de conductas irreverentes como bailes sensuales, lenguaje procaz, disfraces grotescos, derroche de comida y bebida, imágenes alusivas al sexo y representaciones irreverentes contra el poder. Hacían lo que querían, no había que trabajar. Se lo tomaban como un descanso a sus fatigas.
Los primeros en celebrar los españoles fueron los españoles y luego los naturales de su entorno más cercano. Luego como ocurrió con otras diversiones occidentales, como el juego de naipes y dados, se extendió a todos los sectores, luego en el siglo XVII el carnaval constituía una fiesta popular, asimilada por negros, indios y mestizos.
Salían en cuadrillas por las calles, mojando a la gente con la ventaja que los españoles en cierta hora del día eran intocables, pero ya en la noche, la clase dominante festejaba en las casas; los que se quedaban sufrían las consecuencias, les podían cortar un brazo, podían ser linchados, etc. No obstante ser fiesta popular, las actitudes frente a esta festividad fueron diversas. Incluso algunos consideran que reforzaban las diferencias entre cultura baja y elevada; así se empezó a tildar al carnaval de violento. La clase alta celebraba de otro modo, en casas o clubes particulares.
La fiesta se aprovechaba para zanjar diferencias. Las clases populares reivindicaron el carnaval traído por los españoles, siendo los negros, en su condición de población mayoritaria le imprimieron rasgos festivos con bailes y máscaras, otorgando al carnaval nuevo significado. Ellos se sentían iguales a la clase alta, con licencia para mezclarse en los juegos e incluso para mojarse. Los negros llevan a la gente a las acequias y allí las embarraban.
Acuarela de Martínez Compañón representando diablitos danzantes
Llegada la República, famosos eran los carnavales en la época del gobierno de Leguía, donde se realizaban celebraciones en la calle y alegres fiestas en los mejores salones de Lima.
Fuentes:
- Sucedió en el Perú
- Carnavales en el Perú
- Carnavales en el Perú
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