La guerra de la Confederación Perú Boliviana, aunque ha sido presentada por la historiografía como una guerra internacional entre la Confederación y Chile, fue en verdad una guerra civil, con la injerencia de países vecinos cuyas identidades nacionales aún no se dibujaban nítidamente. Paul Gootemberg, evocando la guerra civil entre el norte y el sur de los Estados Unidos en el siglo XIX, la rebautizó acertadamente como la “guerra de secesión en los Andes”.
Chile apoyó al partido del norte y de la costa central, mientras Bolivia hizo lo mismo con el del sur, partidario de la Confederación. Al comienzo los confederados tuvieron la victoria, sorprendiendo y derrotando al partido chileno, sin celebrar batalla, en Paucarpata (1837), pero la batalla decisiva la ganaron los últimos en los campos de Yungay (Ancash). Ocurrió en 1839, terminando con tres años de funcionamiento de la Confederación.
La disolución de la Confederación Perú Boliviana abrió paso a los peores años de la anarquía política del Perú. Se sucedieron en el mando media docena de presidentes, que en ocasiones apenas mantuvieron el poder unas semanas. Entre la salida de Bolívar (1826) y la primera presidencia de Castilla (1845), un período de diecinueve años, se contaron doce presidentes, con un promedio de año y medio de gobierno por cabeza. En menos de veinte años el Perú se dio seis Constituciones.
Cada caudillo parecía luchar, no por hacer realidad una causa o un proyecto, antes en cambio por contentar a sus seguidores con las prebendas que la conquista del Estado implicaba. Era el modelo del Estado como asuntos personales de los que podía disponer con amplia libertad quien tuviese la mañana de conquistarlo.
Extraído de: CONTRERAS, Carlos y Marcos CUETO. Historia del Perú Contemporáneo. Red para el desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú. p. 101-103.
Chile apoyó al partido del norte y de la costa central, mientras Bolivia hizo lo mismo con el del sur, partidario de la Confederación. Al comienzo los confederados tuvieron la victoria, sorprendiendo y derrotando al partido chileno, sin celebrar batalla, en Paucarpata (1837), pero la batalla decisiva la ganaron los últimos en los campos de Yungay (Ancash). Ocurrió en 1839, terminando con tres años de funcionamiento de la Confederación.
La disolución de la Confederación Perú Boliviana abrió paso a los peores años de la anarquía política del Perú. Se sucedieron en el mando media docena de presidentes, que en ocasiones apenas mantuvieron el poder unas semanas. Entre la salida de Bolívar (1826) y la primera presidencia de Castilla (1845), un período de diecinueve años, se contaron doce presidentes, con un promedio de año y medio de gobierno por cabeza. En menos de veinte años el Perú se dio seis Constituciones.
Cada caudillo parecía luchar, no por hacer realidad una causa o un proyecto, antes en cambio por contentar a sus seguidores con las prebendas que la conquista del Estado implicaba. Era el modelo del Estado como asuntos personales de los que podía disponer con amplia libertad quien tuviese la mañana de conquistarlo.
Extraído de: CONTRERAS, Carlos y Marcos CUETO. Historia del Perú Contemporáneo. Red para el desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú. p. 101-103.
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