Crónica de Diego de Molina
De las lenguas que estaban sujetas al imperio del Inca.
El tronco, y progenitor de las gentes de este Reino y de quien se uenta en sus fábulas que procedieron de los Incas, fue Mánco Cápac; dicen algunos que este Rey salió con su familia de la cueva de Pacari Tampu, habiéndose escapado del diluvio por mandato de Cámac, ques el hacedor, o criador; y el poderío deste Reino vino a dar por sucesión en el poderoso inca, quien tuvo por su corte y cabeza de su reino al Cusco, y sujetó cuatro suyos como pequeños reinos, que fueron Colla suyu, Chinchay suyu, Anti suyu, Cunti suyo, a los cuales mandó supiesen la lengua dde su corte del Cusco, por ser differente de la de cada nación.
Colla Suyo
Este Reino cae entre el Cusco y Potosí, los Collas gente muy estimada, y querida del Inca por estar fundados los sumptuosos edificios de Tiaguanacu en el riñón de los collas, y tener por su tradición, que en ellos hizo Cámac todas las cosas, por lo cuaol le hicieron los gigantes aquellos grandiosos edificios y duran hasta hoy. La lengua materna de estos, es la aymara, en cuya imprenta gastaron en Roma los impresores muchas aes; la general es poco usada entre ellos, y ésta sólo corre en Chuqui apu, y otros lugares con quien comunica, y con los del Cusco y su comarca.
Chinchay Suyu
Esta provincia es desde Guamanga hasta más adelante en Quito, donde se incluyen cuatro obispados, y aunque en algunas partes usan la lengua materna, como son los valles de Truxillo, Lima, Chachapoyas, Guamachuco, Conchucos, con todo, saben la general; los de los valles saben la española porque comunicaron de ordinario con los chapetones; éstos son los pescadores y olmos que hablan su materna y no la general, aunque se les entiende algo. Los de Quito y su partido, la corrompen ya con letras de más, ya con letras de menos.
Guánuco con todo su distrito y el arzobispado de los Reyes, aunque hablan la del Cusco, les falta en mucho la congruencia y en muchas cossas differencian a la cortesana del Cusco.
Anti Suyu
Esta provincia se incluye debajo de los cuatro suyos, prque son los Andes del Cusco, y la travesía de Chile, Santa Cruz de la Sierra, Chiriguanaos, Xexenes, Tinganeses, Payansos, Guatahucuis de Guánaco, Tabalosos y Motilones de Chachapuyas, pixaos y Maynas del Reino, y los más del Nuevo Reino de Granada, que por ser gente belicosa, y montuosa está lo más por conquistar, que aunque temblaban del poder del Inca, y le ofrecían oro, y cosas de estima, coca y plumería de diversos pájaros para los sacrificios, y adoraciones, mas no le reconocían, ni pagaban tributo, sino solamente los que estaban cercanos a los nuestros, que los más sos ya xpianos y sirven de fronterizos, y saben algo de la española, por la comunicación de los nuestros, y la materna dellos es obscura, y como son muchas naciones. y reinos distinctos, son varias las lenguas.
Conti Suyu
Estos servían al Inca de mitmas para otras provincias donde los transportaban para seguridad de los demás, señal de fidelidad. Los contisuyus de Arequipa, y los contisuyus del Cusco hablan la lengua Aimara de los collasuyus, y no ignoran la general. También se advierte que por todas las partes y lugares que el inga había de pasar, y hacer noche cuyos caminos reales están en pie hasta nuestros tiempos, trillados cerros, y riscos, plantados con losas y pedrería, y casas de sberbia cantería, que de un día para otro hacían por la suma de indios conque trabajaban, estos estan desde el Cusco hasta el reino en que están los tampus reales; los que asistían a estos lugares y guardaban los depósitos del inca, de sus regalos y vestidos, los cumbis y plumería, sabian la lengua del Inca, por ser fuerza saberla, so pena de castigo, para dar razón de cada cosa y por estos la sabían también los cercanos., como se verifica no saberla los que estaban remotos, porque como no había de pasar el inga por sus casas no se les daba mucho de aprenderla, que como hijos del miedo hacen por algo que sea de virtud.
De: Sermones de Quaresma en lenguas Quechuas. Por el P (...) de el Orden de San Francisco. cura de Guánuco en 1649. Estudiado por Carlos A. Romero ("Un libro interesante" en Revista Histórica. Vol. IX. Lima, 1928. pp. 64-66.
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