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lunes, 5 de septiembre de 2011

El Caudillismo en el Perú

Roxana Hernández García
(Clase HP3 del día 26 de Octubre de 2009)
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4. ¿Quiénes fueron los caudillos en la Historia del Perú?

Fueron jefes militares que destacaron en las campañas militares desde inicios de la República. Supieron identificarse con sus tropas y las acompañaron en la buena o mala fortuna.
Actuaron apoderándose del gobierno en momentos difíciles amparándose en la falta de preparación de la sociedad civil para hacerlo. Los civiles no tenían el prestigio necesario para llegar al poder y hacerse obedecer.

5. ¿Qué características tuvieron los caudillos?

Se les asigna las siguientes características :
- Intensidad de vida, debido a que se encontraban casi siempre en campañas militares, lo que les confería una dimensión casi épica.
- Inescrupulosidad, porque se escudaban en la necesidad de defender la ley, del nacionalismo a ultranza o una pretendida lucha contra la tiranía o la anarquía y escudándose en eso toman el mando.
- Audacia, emprendiendo acciones que estaban por encima de sus fuerzas.
- Astucia, sobre todo en el aspecto político, ya que podían engañar a sus seguidores y enemigos.
- Sentido Mesiánico, que se revela a través de sus proclamas, cuando señalan las razones para luchar por el poder.
- Carisma, para irradiar una influencia especial sobre aquellos que los rodean. Tienen una especie de magnetismo para hacerse obedecer.
- Valentía, incluso llegando a la temeridad, lo cual les gana el respeto. Todos esperan que inicie la lucha y se convierta en adalid.
- Amor a la Patria, identificándose con la nación desde el momento en que participaron en la emancipación.
- Ambición de poder, que se deriva de los triunfos militares que lograron. Por ello consideraban la presidencia como la culminación de sus esfuerzos.

6. ¿Por qué surgieron los caudillos?

Según John Lynch, los caudillos surgen en la época posterior a la independencia debido a la impracticabilidad de las constituciones y a la falta de consenso político de la clase dirigente que estuvo a cargo del poder después del retiro de los españoles del territorio.

7. ¿En qué se basó el prestigio de los caudillos?

Los caudillos fueron básicamente militares que habían participado en las guerras de independencia, de ahí venía la mayor parte de su prestigio y esto, fue utilizado por ellos para alcanzar posiciones públicas elevadas.
Se creó una especie de imagen mítica de los caudillos, que eran vistos como los grandes héroes de la independencia. Se les asoció con una aristocracia guerrera, combinación peligrosa de los elementos que fácilmente podían cubrirlos con una coraza de invencibilidad e incluso de inmortalidad. “al igual que los conquistadores del siglo XVI, los oficiales de estas guerras se vieron a sí mismos como poseedores de derechos especiales” (Aljovín: 2000).

8. ¿Qué etapas atravesó el caudillismo en el siglo XIX?

Basadre señala dos tiempos uniendo militarismo con caudillismo en forma general. El primero sería después de una victoria (guerras de independencia) y el segundo, después de una derrota (guerra con Chile).

El primer período se considera fruto de la victoria de las guerras de emancipación (1827-1842) se caracteriza porque todos los militares que llegaron al poder habían participado en las luchas por la independencia. Integran dos generaciones; la primera compuesta por los nacidos antes de 1800 y la segunda, integrada por quienes nacen, a grosso modo de 1800 en adelante. En esta etapa no hay partidos, los sectores políticos sólo se agrupaban en vísperas de las elecciones. En esta época fue muy difícil completar los períodos de gobierno.

Integran este primer período: José de La Mar, Agustín Gamarra, Antonio Gutiérrez de la Fuente, Luis José de Orbegoso, Andrés de Santa Crux, Manuel Ignacio de Vivanco, Felipe Santiago Salaverry, Domingo Nieto, Ramón Castilla y José Rufino Echenique.

Basadre menciona un intermedio entre (1845-1872), que se podría tomar como un tiempo de transición entre dos etapas. Suegieron sectores militares carentes del brillo de la independencia, que tratan de encontrar nuevos símbolos que les permitirán llegar al poder. Se extiende entre la segunda guerra de la independencia hasta el combate del 2 de Mayo de 1866.

Este período estuvo integrado por Mariano Ignacio Prado, José Balta y los hermanos Gutiérrez.

El tercer y último período correspondió a un caudillismo decadente, pues sus miembros no tenían títulos para perpetuarse en el poder. El caudillismo de esta época fue militar y civil, pues se presenta la figura de Nicolás de Piérola.

9. Los caudillos y la construcción de la legitimidad política

Después de la independencia ninguna institución gozaba de legitimidad, ya sea por desconfianza en su eficacia o por los temores que inspiraba la recién lograda libertad. De ese modo, se requería una persona en la que se vislumbrara esa legalidad; característica que el pueblo vio en los caudillos.
La clase militar había ganado prestigio con las luchas de independencia; y además estaba a favor del caudillo y le había concedido el control de la institución armada, porque los caudillos eran militares. De ese modo se ganaba un punto más a favor de la legalidad que representaba su imagen ante el pueblo.
Lynch presenta dos formas de construir la legitimidad política: 1) mediante la fachada constitucional; 2) a través del poder absoluto del caudillo, que es el verdadero mandatario. Aljovín agrega al planteamiento de Lynch, las múltiples negociaciones que se realizaron dentro de las élites; y que, llegaron a limitar el poder absoluto del caudillo. “Se lograron establecer frenos y balances gracias a las debilidades del sistema de caudillismo” (Aljovín: 2000)

10. Vínculos personales y regionalismo en apoyo de los caudillos

Las alianzas políticas de los caudillos tuvieron apoyo en los vínculos personales y familiares. Eso explica –según Charles Walker-, el apoyo que Gamarra tuvo en el Cusco, a pesar de tener también opositores en la zona. En otras palabras, hubo una identificación entre la gente que habitaba una determinada región y la imagen de un caudillo oriundo de la zona, en quien se veían identificados sus necesidades e ideales.
Este regionalismo también se explica por el hecho de que no existía una figura política que representara al país en su conjunto, por lo que se buscaba una identificación con personas de su entorno geográfico local.

11. Los caudillos en el tiempo. La visión de Juan Espinosa

Juan espinosa fue un personaje ilustrado, nacido en Montevideo que vivió en el siglo XIX y que presenta su punto de vista sobre la sociedad caudillesca en que le toca vivir, de manera dura y directa, a través de su Diccionario Republicano, que fue publicado a mediados del siglo XIX.
Fue hijo de un ilustre marino español, jefe de la real armada, ingeniero y geógrafo. Nació en Montevideo, de donde tuvo que emigrar con su familia hacia Buenos Aires en 1807; en 1817 emprendió la campaña de los Andes. A temprana edad fue protagonista de las batallas de Chacabuco y de Maipú, por lo que se le llamó: ”el soldado de los Andes”. En 1820 hizo la campaña libertadora del Perú, participó en las batallas de Riobamba, Pichincha y posteriormente combatió en Ayacucho y en el ejército que independizó Bolivia. En el Perú vivió hasta su muerte a los 67 años; y desmepeñó cargos como prefecto de varios departamentos y comandante general de armas en Junín y Huancavelica.
A través de sus escritos combatió contra los que se oponían a las repúblicas americanas, fue abierto adversario del despotismo, pero también criticó la anarquía, la pereza y la corrupción.
En su obra, Espinosa considera al sistema caudillista como el responsable de haber “salvajizado a la pobre América” y lo expresa con las siguientes palabras:
“Caudillos: Los ha habido en abundancia en la América española; pero muy raros han sido los que han defendido un principio social. El cadillage ha salvajizado la pobre América, la ha aniquilado y le ha impedido llenar sus destinos, una vez alcanzada su independencia. ¡Malditos caudillos! Después que sumerjen los pueblos en la miseria, les dicen que es necesario aún más sacrificios para obtener su libertad, el derecho precioso de elegir sin coacción, de publicar sus pensamientos sin censura, de no pagar más contribuciones que las precisas; y las precisas son todas las que se le quieren imponer. Enseguida… ¡Todo vuelve a las andadas! Se cambian los guardianes, pero el convento es el mismo, con todos sus vicios y todas sus inmundicias; cuando más, se blanquea la fachada. Un soldado inválido decía un día a cierto diputado liberal que le preguntaba con mucho candor y cariño ¿Cómo ha quedado U?- “Ya U. lo ve, le dijo, con una pierna menos y sin conseguir siquiera que me hagan volver a mi tierra. Yo me metí por entusiasmo a defender la LIBERTAD: lo que es mi pierna yo sé bien donde quedó; pero lo que es la libertad, yo, no la he visto, no he encontrado quién me dé razón; y como ya no puedo andar, pienso no ir más en busca de ella.”
Ese inválido no sabía que sus caudillos habían hallado la LIBERTAD allí mismo donde él perdió su pierna: la libertad de hacer ellos lo que se les antoje.
¡Pueblos! En vez de daros caudillos, alzaos en masa en cada población, y en el perentorio término de tres horas exijid el reparto del agravio que se haya hecho a la magestad de la ley, quien quiera que sea el autor; después volveos a vuestras casas, y volveos a levantar a una señal si no se os ha hecho justicia. Este derecho lo concede la Carta fundamental del Estado en los casos de acción popular.
Art. 131. Producen acción popular contra los magistrados y jueces, el soborno, la prevaricación, el cohecho, la abreviación o suspensión de las formas judiciales, el procedimiento ilegal contra la seguridad personal y la de domicilio.”

Extraído de: ESPINOSA, Juan. Diccionario para el pueblo. Estudio preliminar y edición de Carmen Mc Evoy. Editado por: Pontificia Universidad Católica del Perú. University of the South-Sewanee. Lima, 2001. P: 203-204.

Lectura

Extracto de Caudillos y constituciones
La generación de Ayacucho comenzó a desaparecer en los años treinta, especialmente después de las guerras de la Confederación. Gamarra y Santa Cruz, los dos caudillos más importantes de este período, ya no estuvieron presentes en la década de 1840, habiendo muerto el primero en la batalla de Ingavi en 1841 y el segundo exiliado en París después de 1839. En esta situación aparecieron nuevos grupos de políticos, encabezados por Ramón Castilla. A pesar de que Castilla y su rival, Vivanco, y otros líderes (como José Rufino Echenique y Miguel San Román) participaron en las guerras de independencia, no tuvieron la prominente posición militar de La Mar, Gamarra o Santa Cruz. Felipe Santiago Salaverry fue el único general-presiente de los años treinta, que recibió sus promociones militares en dicha década, especialmente durante la administración de Orbegoso. En contraste, los caudillos de las décadas de los cuarenta o cincuenta crearon para sí imágenes de grandes patriotas alrededor de sus actuaciones en la guerra contra la Confederación u otras guerras.

Por último, el Estado funcionó como una organización centralizada en la cual un cambio de gobierno significaba una revolución en el aparato estatal a todo nivel. Sin embargo, se trataba de un Estado débil que operaba bajo las limitaciones impuestas por la crisis financiera y por los constantes déficits fiscales. Por cierto que cada departamento tenía considerable autonomía en la recaudación de impuestos y en la decisión de gastos, lo cual habría de desaparecer entre 1839 y 1845. El caudillaje de Castilla y los ingresos procedentes del guano abrirían una nueva era en este primer período de gobiernos militares.

Extraído de: ALJOVÍN DE LOSADA, Cristóbal. Caudillos y Constituciones. Perú: 1821 – 1845. Fondo de Cultura Económica S.A. Pontificia Universidad Católica del Perú. Instituto Riva Agüero. Lima, 2000. P: 43-44.

9 comentarios:

  1. Muy bueno me sirvió bastante, gracias por el aporte :)

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  2. Extracto interesante sobre el rol negativo de los caudillos dentro de un periodo de transición en la joven vida política de nuestra nación.
    Periodo perdido en vanas ambiciones de las cuales pagamos caro durante la guerra por el salitre

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  3. gracias ;me facilitó mis deberes de la escuela ; interesante.

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  4. GRACIAS;ME FACILITÓ MIS DEBERES DE LA ESCUELA; INTERESANTE

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  5. Me falicito en mi tarea ¡¡Gracias!!!

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  6. ¿Aproximadamente cuanto tiempo duro el caudillismo en el Perú?,se podría decir que 50 años...

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  7. Cuanto tiempo duro el caudillismo en el Peru?, se podria decir que 50 años?

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  8. Coincido plenamente con la presente versión, aunque me hubiera gustad dar mayor inciedencia al aspecto aleccionador de la corrupción.
    José Fernández Sánchez

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